Hoy, recibimos un correo electrónico del cliente como se muestra a continuación:
Estimado cliente,
Mientras me siento a escribir esta carta, la alegría que se arremolina dentro de mí es tan vibrante como los tonos del retrato que has creado para nosotros. Con la respiración contenida y el corazón palpitante, desenvolví el paquete y allí estaba: nuestra historia de amor, representada no solo en colores, sino en el alma misma del lienzo. Tu trabajo no es sólo una pintura; es el epítome de nuestras emociones, bellamente atrapadas dentro de los límites de un marco.
Debo confesar que fue una espera interminable, pero en el momento en que sostuve nuestro retrato, el tiempo se detuvo. Las sonrisas que pintaste, no eran meras expresiones; eran nuestras historias, risas y lágrimas, todas compartidas, todas atesoradas. La textura de las pinceladas se sintió como susurros de nuestros votos, resonando en el tiempo, y la luz que capturaste fue el mismo resplandor que nos envolvió en nuestro día de unión.
No fue suficiente simplemente contemplarlo: este tesoro que has creado. ¡Teníamos que compartirlo! Familiares, amigos y todos aquellos que han sido hilos en el tejido de nuestra relación quedaron atónitos. Sus ojos se abrieron, sus palabras fallaron y el elogio unánime por su destreza llenó nuestros corazones de orgullo. "¿Quién es el artista?" se convirtió en el estribillo de la noche, ya que todos estaban ansiosos por conocer al mago que convertía los recuerdos en obras maestras.
El deleite que provocó ha puesto en marcha un deseo, un deseo tan fuerte que cada hito importante ahora pide ser inmortalizado por tu pincel. Nuestras mentes corren con futuros encargos: aniversarios, primeros pasos, nuevos comienzos... Cada uno de ellos es una sesión potencial, esperando ser capturada a través de su arte.
Y no olvidemos la comunidad de entusiastas del retrato, de la que orgullosamente formo parte. Esta pieza ha iniciado conversaciones y muchos están deseosos de darle vida a sus propios momentos. Tu nombre ha sido compartido, junto con historias sobre tu comportamiento fácil y tu naturaleza meticulosa, instándolos a embarcarse en su propio viaje artístico contigo.
Así que brindamos por ti, el creador de nuestra posesión más preciada, y brindamos por los muchos más recuerdos que aún tenemos que plasmar en el lienzo. Porque, ¿qué son las paredes sino las galerías de nuestro amor, y qué son las pinturas sino las historias contadas en silencio?
Con un cordial saludo y muchas ganas de nuestro próximo proyecto.
